INCUBADORA DE PÚBLICOS II. EL MÚSICO – DOCENTE

Iniciamos en el anterior post, una serie de reflexiones acerca de la incubación de públicos en el mundo de la cultura y específicamente de la música clásica.

Nuestro objetivo reflexivo, que la clásica siga viva.

Después de hablar sobre qué es incubar y cómo comenzar la incubación musical en el aula, mencionamos al docente-músico o músico-docente como agente de acción.

MÚSICO – DOCENTE / DOCENTE – MÚSICO

¿A quién nos referimos cuando hablamos de músico- docente? Al intérprete que, tras más de 14 años de estudios, desarrolla su profesión, principalmente, en el campo de la educación.

El músico de formación clásica y estandarizada comienza sus estudios a una edad muy temprana, como si de un juego se tratara. Toma decisiones dirigiendo su vida hacia la profesionalización  (no sé si de forma muy consciente en el inicio). Otras veces, ni si quiera las toma. Sigue los pasos formativos por inercia, porque es lo que toca hacer.

Esta inercia, consciente o inconsciente, nos regala 14 años de aprendizaje, de conocimiento, de socialización con artistas, maestros y compañeros que aportan significado a la trayectoria. Estos 14 años, y más los 6 últimos, nos enfoca a ser intérpretes.

¡INCISO REFLEXIVO!

La formación estandarizada de cualquier músico de conservatorio, viene siendo objeto de reflexión desde hace tiempo. El sistema no funciona, el sistema es un fracaso, el sistema es una fábrica de parados, el sistema tiene la culpa de nuestra situación precaria.

Perdonad si parezco optimista, pero no tengo mal recuerdo de mi trayecto como estudiante. Ha habido sacrificio, frustración, incomprensión. También muchas cosas positivas. Todo lo he tomado como parte de mi aprendizaje y, ante todo, sabía y sé que estoy haciendo lo que quiero. Por eso yo planteo:

¿Es el estudiante parte ajena del sistema?

Sigamos con lo que nos ha traído hasta aquí:  la incubación de públicos, la incubación musical. Quizás lleguemos a dar respuesta a la cuestión.

PROFESIONALIZACIÓN vs VIDA PROFESIONAL

Aunque ya adelanté algo sobre esto en INCUBACIÓN DE PÚBLICOS I, quiero que nos detengamos un poco más.

Tras estos años de estudio y con un perfil bastante acotado (normalmente), los estudiantes, recién licenciados, alargamos unos años más la formación y por ende, nuestra profesionalización. Queremos contar con las competencias y habilidades suficientes para saltar a la vida profesional. Una vez “llena” esa caja de herramientas, llegamos a la vida profesional y ¿con qué nos encontramos?

VIDA PROFESIONAL DEL MÚSICOVamos a poner un poco de humor a este tramo del artículo. No me lo toméis a mal. Considero que la elección que tome cada uno como camino artístico, siempre es buena. Siempre es buena, si estamos convencidos de ella, sin dejarnos llevar por los estereotipos o por el qué dirán. Siempre es buena si la afrontamos con pasión y curiosidad.

Lamentablemente, la estética sigue estando muy presente en nuestros días y nos importa mucho dónde y con quién nos vean durante el trayecto.

 

 


Imaginemos cómo sería nuestra elección vital si se tratara de un galán hollywoodiense:

EL DESEADO. EL MUNDO DE LA INTERPRETACIÓN

Brad, un gran icono de la belleza masculina (para gustos, colores). Nos imaginamos en relaciones a largo plazo con él. Algo estable e idílico. Un actor camaleónico. Lo cierto es que no es fácil conseguir una cita con él. Al igual que pasa con una plaza de orquesta. Mucho esfuerzo para conseguir captar su atención durante unos minutos. Frustración si no lo conseguimos y poca disponibilidad, bueno, más bien poca oferta laboral estable.

Por eso pasamos al plan B. Eso sí, con mucho cuidado porque no siempre ha estado valorado o bien visto.

Nos buscamos un guaperas resultón, que a pesar de no ser tan atractivo como Brad, cubre nuestras necesidades. Cubre la supervivencia, pero ni te da estabilidad, ni a largo plazo cumple nuestros sueños y expectativas. Eso mismo pasa con el mundo freelance en España. Vivimos (o malvivimos) del bolo, ilusionados por conseguir que, en algún momento, nuestra relación con la interpretación se estabilice, pero lo cierto y verdad que es una montaña rusa emocional.  Nos ayudan a vivir de la interpretación pero ¿realmente nos gustan todos esos planes b?

EL AVISPADO. LA GESTIÓN CULTURAL

Perfil multitarea

Su belleza y quizás más su interpretación, eclipsa la pantalla. Además de ser guapo, es inteligente y ha sabido adentrarse en los entresijos de su profesión interpretativa. Se mete a productor y algunas cosas más. Una belleza bastante similar a la de muchos de nosotros, músicos inquietos que buscamos hueco en la gestión y producción musical. Este capítulo lo desarrollaremos mejor en otra entrega de INCUBACIÓN DE PÚBLICOS, para ver que podemos hacer desde ese prisma en pro de la clásica.

EL SIMPÁTICO. LA DOCENCIA

Vamos, los más normalitos del grupo. Tienes que invertir mucho tiempo para descubrir sus encantos, y como lo que nos falta es paciencia, nunca sabremos si realmente son nuestro tipo. Los miramos con escepticismo y creemos que no son para nosotros. Al igual que pasa con el campo de la educación como salida profesional. No termina de captar nuestra atención. La miramos con recelo, porque nos parece poca cosa (o porque a nuestros jueces externos les parece poca cosa)

Bueno, más bien poca cosa dependiendo del tipo de centro y de enseñanza. Y así nos va, que como nos quedamos en el físico, aún no nos hemos percatado de que la belleza de la educación es la que alumbra al resto de guapitos.

En educación trabajan los músicos que incuban, para que los que interpretan puedan trabajar.

 

[Si buscáis mi perfil de instagram, veréis los perfiles femeninos, que son muy interesantes]

BERNSTEIN, NUESTRO ADONIS

¡No me digáis que no era guapo y atractivo! Para mí, él es nuestro ejemplo a seguir: un gran músico, intérprete, compositor, director y divulgador.

Y pensaréis: “¡Ya claro” Bernstein dirigía la New York Philharmonic y tenía un programa de la tele. ¡Así también lo hago yo!” Correcto, y yo también. Pero sería demasiado banal quedarse tan solo en eso. Yo planteo:

¿Podemos convertirnos en el Bernstein de nuestra aula?

Para responder a esta pregunta, tendrás que esperar a la tercera entrega de INCUBACIÓN DE PÚBLICOS.

1 comentario en “INCUBADORA DE PÚBLICOS II. EL MÚSICO – DOCENTE”

  1. Te sigo desde hace tiempo. Admiro tu trabajo y he tenido la suerte de aprender contigo. No sé porque no estás en los conservatorios superiores compartiendo tu conocimiento para que los jóvenes músicos seamos más competentes y empleables. ¿Qué mejor que una persona que siempre ha trabajado en el sector para contar cómo lo ha hecho?

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