Lo más difícil de este post ha sido escribir su introducción.
Defender que hay que cobrar por lo que haces puede parecer surrealista. De hecho, colegas de otros sectores ni se lo plantean, pero en el sector de las artes escénicas es algo que debemos seguir reivindicando (muy a nuestro pesar).
Mi intención no es echar leña al candelero, es exponer, en base a mi trayectoria, los motivos que me llevan a no aceptar ciertos trabajos y explicar los motivos al ofertante.